El proyecto se sitúa en Centroamérica, en la región limítrofe de Río San Juan entre Costa Rica y Nicaragua. América Central es reconocida como un centro de alta diversidad y alberga una gran riqueza de especies. En reconocimiento a esto, los gobiernos regionales han designado al “Corredor Biológico Mesoamericano”, la iniciativa en conservación más ambiciosa a nivel mundial, como el principal centro de atención en su implementación de la Convención en Diversidad Biológica. La región limítrofe de Río San Juan entre Costa Rica y Nicaragua es un sector clave de este Corredor ya que comprende el área más grande de selva tropical de América al norte del Amazonas, pero ha recibido poca atención en términos de conservación. Por ello, al enfocar en este sector crítico de selva fronteriza del corredor, el proyecto aborda asuntos de alta prioridad internacional en conservación.
Tela de araña de selva
Nicaragua y Costa Rica albergan un gran capital en biodiversidad, particularmente en áreas de selva húmeda. Costa Rica tiene un sistema bien desarrollado de conservación y monitoreo de la biodiversidad por medio de institutos como el INBio. Sin embargo, algunas áreas no se han beneficiado por el sistema, particularmente la región fronteriza norteña de San Carlos. Además, Nicaragua, país vecino al norte de Costa Rica, tiene una gran necesidad de mejorar sus estrategias de conservación de la biodiversidad y desarrollo de potencial a través de la capacitación de personal.
El proyecto está enfocando en desarrollar la capacidad regional en manejo de la biodiversidad a través de entrenamiento e intercambio en monitoreo y registros de biodiversidad en paisajes fragmentados, una situación cada vez mas común en Centroamérica. El proyecto también está contribuyendo con información acerca de la importancia de la biodiversidad en la zona norte de San Carlos, Costa Rica. Esta información será muy valiosa para el Ministerio de Ambiente y Energía del Gobierno de Costa Rica en la designación de un sector del área (la región de La Cureña) como Parque Nacional, propuesta que se encuentra actualmente es su etapa inicial.
Además el proyecto está conduciendo programas de capacitación e investigación en la región limítrofe de San Carlos, un área de selva húmeda. Se está midiendo la biodiversidad de la zona mediante métodos de valoración rápida de biodiversidad que incluyen inventario de árboles, monitoreo de insectos e identificación científica de las especies de árboles e insectos. Se identificarán especies y hábitat prioritarios y se entrenará personal para que contribuya con los correspondientes planes de acción. Se producirán guías de identificación de árboles e insectos para la región ínter fronteriza de Río San Juan de la que San Carlos forma parte. Estas guías serán muy valiosas para facilitar trabajos similares en Nicaragua.